Las celebraciones navideñas, ¿son un examen para la familia?
Pocas son las personas que declaran recibir la Navidad con auténtica ilusión. Muchos son los que reconocen sentirse agobiados en estas fechas. Hay que comprar regalos por obligación, sentirnos felices por obligación, y muchas veces, reunirnos por obligación. ¿Es la Navidad un examen para la familia?
Vivimos en un contexto eminentemente productivo en el que acostumbramos a pasarnos todo el año presos de múltiples obligaciones: es difícil, por no decir imposible, conciliar familia y trabajo, y se nos exige priorizar este último ante todas las cosas. Hay que producir. Las nuevas tecnologías nos atrapan, en las empresas trabajamos por objetivos que hay que cumplir, y a menudo se instaura este mismo esquema en las propuestas “voluntariamente obligatorias” que nos llegan desde las instituciones escolares en las que se forman nuestros hijos. ¿Quién no se ha sentido agobiado buscando a toda velocidad un disfraz para carnaval? ¿Quién no ha tenido que pedir ayuda para la castañada escolar? ¿Queda tiempo para relacionarnos con nuestra familia?
Se está acabando el año. Momento de balance, y momento de celebraciones navideñas que suponen auténticos retos para las familias. ¿Supone, la Navidad, un examen para las familias?
Os invito a ver el siguiente vídeo de unos conocidos grandes almacenes:
Lejos de someter a examen a tu familia te propongo que compruebes qué sabes sobre ella, sobre su funcionamiento.
Sólo tienes que responder a unas sencillas preguntas y cuando termines tendrás una orientación sobre tu percepción del tipo de familia que tienes.
Aprovechando que pronto te vas a reunir con ella, te propongo que invites a tus familiares a hacer lo mismo y así podréis comprobar si todos tenéis la misma percepción.
¡Feliz Navidad!
Este es mi regalo de Navidad para tí y tu familia.
Pulsa sobre el siguiente botón para empezar:

Sin Comentarios