
En las familias desligadas rígidas, también denominadas “familia con intento de suicidio” existe una falta de reconocimiento, negación y poca empatía entre sus miembros, así como una muy baja disposición al cambio.
Son familias que presentan notables dificultades en la resolución de problemas. En todo caso, las decisiones se toman de forma individual, y pueden entrar en contradicción las decisiones tomadas por unos y otros miembros de la familia.
Facilitan un nivel máximo del espacio individual. Raramente realizan actividades compartidas. Cada miembro elige a sus amistades y comparte mucho más tiempo con éstas que con sus familiares. No es extraño que esto suceda ya que los vínculos emocionales internos son prácticamente inexistentes y la rigidez que caracteriza su funcionamiento impide que eso pueda cambiar. Son el tipo de familias en que sus miembros opinan que “la familia te viene impuesta, y los amigos los puedes elegir a tu gusto”.
Para mantener un cierto equilibrio y seguir funcionando como familia a menudo utilizan mecanismos de resistencia a los cambios. Es frecuente que estas familias necesiten un chivo expiatorio sobre el que proyectar sus frustraciones como grupo.
En casos de divorcio y sengundas nupcias no tienen demasiado interés en preocuparse por redefinir la relación con la persona que abandona la familia ni por esforzarse en acoger a nuevos integrantes. Si estos últimos se presentan con hijos, la integración será todavía más complicada, por no decir imposible.
Las reglas que sigue este tipo de funcionamiento familiar son exclusivamente implícitas. La gran distancia emocional entre sus miembros no permite consensuar nuevas reglas de forma explícita. Eso sí, la disciplina con el cumplimiento de esas reglas será muy rígida. Quién no las cumpla será severamente castigado por el resto del grupo familiar.
Los roles son estereotipados, heredados de generaciones anteriores, poco actualizados, y por ello, tendentes a la discriminación de género.

Sintomatología que suele aparecer en este tipo de familia:
- Existen varios estudios científicos (Goldstein et al., 2009; Herrera Santi y Betancourt, 2000; Li, Li y Cao, 2012; Louro, 2003; Ovalle Borrego y Santana Evelio, 2013; Yen et al., 2015) que demuestran una correlación entre este tipo de funcionamiento familiar y los intentos de suicidio.
- Trastorno bipolar
- Consumo de sustancias psicoactivas
- Presencia de enfermedades crónicas
Advertencia: este es el modo en que percibes a tu familia, por lo tanto, una visión subjetiva de ella. Invita a un familiar tuyo a que haga el test y comparad las diferencias. Igual descubres que no todos perciben la familia del mismo modo.