
Felicidades! Si este es el tipo de familia en el que te desarrollas tienes que estar orgulloso de la forma cómo os habéis conseguido organizar.
Las familias conectadas flexibles tienen una gran capacidad de hacer frente a cualquier tipo de problema al que se tenga que enfrentar el grupo familiar, por difícil que este sea, con grandes posibilidades de éxito en su resolución gracias a que la unión hace la fuerza y la flexibilidad permite adaptarse a cambios inesperados.
Las decisiones se toman de forma compartida, respetando la estructura familiar y la jerarquía de autoridad intergeneracional. Hay gran respeto por los demás y por uno mismo, de modo que la familia permite la intimidad necesaria en cada momento del ciclo vital personal a la vez que está dispuesta a compartir espacio y tiempo en actividades en común. Este modelo de funcionamiento familiar es el ideal para un excelente desarrollo de la adolescencia de los hijos.
En caso de divorcio o de segundas nupcias con nuevas parejas que incorporen hijos de anteriores relaciones la familia flexible unida sabrá aceptar los cambios con normalidad, y será capaz de generar nuevos vínculos afectivos con los nuevos integrantes de la familia sin que los vínculos afectivos con la subestructura saliente en caso de divorcio se vean afectados. Las parejas con hijos de familias flexibles unidas que deciden poner fin a su matrimonio saben distinguir de forma natural que el divorcio implica una disolución de la conyugalidad, pero que la relación de parentalidad nunca se va a disolver, por lo que sería muy extraño apreciar disfunciones tales como el síndrome de alienación parental.
Las familias flexibles unidas tienen importantes capacidades para establecer alianzas, pero no están libres de caer en la formación de coaliciones (ninguna familia es perfecta!)
En su relación con el exterior establecen unas fronteras externas flexibles que permiten regular en cada momento la cantidad y calidad del flujo de comunicación entre la familia y su contexto inmediato.
La vinculación emocional entre los miembros de la familia es de tipo empático. Todos saben ponerse en el lugar del otro al mismo tiempo que identificar el propio, y aceptar las diferencias.
Las reglas por las que se rige una familia flexible unida son más de tipo implícito que explícito. De hecho, son reglas aceptadas por todos, herencia de generaciones anteriores, que se irán adaptando a las necesidades de la familia de forma natural según cambien las necesidades de autoregularse. La disciplina es compartida: todo el mundo sabe lo que es aceptable y lo que no lo es, y no será necesario que otro miembro de la familia se lo tenga que señalar.
Los roles también son saludablemente compartidos de una forma en que todos los miembros de la familia se sienten partícipes de su buen funcionamiento y nadie se apropia de un rol en exclusiva sino que en caso de necesidad habrá otro miembro de la familia que pueda asumir un rol hasta el momento desarrollado por otra persona y que en un momento dado no puede seguir ejerciendo. De este modo el funcionamiento familiar no se ve alterado a pesar de posibles contingencias tales como enfermedades, muertes, etc.

Sintomatología que suele aparecer en este tipo de familia:
- Ninguna
Advertencia: este es el modo en que percibes a tu familia, por lo tanto, una visión subjetiva de ella. Invita a un familiar tuyo a que haga el test y comparad las diferencias. Igual descubres que no todos perciben la familia del mismo modo.