
Las familias con un funcionamiento aglutinado estructurado siempre toman decisiones de forma compartida y no suelen tener problemas para afrontar cualquier problema que se pueda presentar. “Vamos todos a una y, además, organizados”.
El gran problema de las familias aglutinadas es el poco o nulo espacio que permiten para el desarrollo de proyectos individuales, aspecto que puede influir en la dinámica del ciclo vital familiar, que tenderá a ser más dilatado en el tiempo, o incluso podría darse el caso de que sea la familia la que decida cuál debe ser el proyecto personal de alguno de sus miembros. El clásico ejemplo es el de que todos esperan (incluso la interesada) que la hija menor no intente formar una nueva familia porque queda implícitamente designada a ser la que se haga cargo del cuidado de los padres hasta que éstos fallezcan.
Las familias aglutinadas gustan de vivir bajo el mismo techo, o en domicilios independientes pero muy cercanos. Son muchos los casos en que se distribuyen en distintos pisos del mismo edificio. Acostumbran a aislarse del contexto; las fronteras que establecen con el mundo exterior son rígidas. Guardan celosamente la información sobre sus asuntos internos. “Los trapos sucios se lavan en casa”. En cambio, las fronteras internas son porosas así que todos saben todo de todos. Este aislamiento respecto al exterior hace que tengan dificultades en incorporar familia política, especialmente si esta incorporación consiste en tener que integrar una subestructura familiar mediante un ensamblaje familiar (cuando algún miembro de la familia se casa con una persona que ya tiene hijos de anteriores relaciones).
Los vínculos emocionales que se establecen son de tipo simbiótico (Por qué te quiero Andrés?; por el interés”). Es frecuente encontrar beneficios secundarios en las alianzas entre miembros de la familia, aunque raramente esos beneficios son de carácter negativo convirtiéndose en coaliciones en contra de un tercero.
Las reglas por los que se rige este tipo de funcionamiento familiar son más explícitas que implícitas, y se siguen bajo una disciplina rígida a menudo en manos de los miembros que ostentan el poder.
El reparto de roles es estereotipado y se hereda de las generaciones anteriores, no siendo tarea fácil poner en duda el patrón de distribución de roles heredado por considerarse una deslealtad a los ancestros.

Sintomatología que suele aparecer en este tipo de familia:
- Autoestima baja
- Adicciones
- Dificultades de desarrollo individual
Advertencia: este es el modo en que percibes a tu familia, por lo tanto, una visión subjetiva de ella. Invita a un familiar tuyo a que haga el test y comparad las diferencias. Igual descubres que no todos perciben la familia del mismo modo.